No tiene que tener sentido necesariamente. Vine a hablarte de las letras que me enamoraron y me siguen enamorando, de las historias que no me dejan dormir, de los personajes en los que me veo. Hablar de lo apasionantes e increíbles que pueden llegar a ser las letras. Letras, letras, letras.
No solo me gusta llenar mi corazón y mi cabeza de esas letras, también me gusta crear las mías. Con esa profundidad que caracteriza a los escritores, espero un día tocar el corazón de algunos, como ellos tocaron el mio. También llegar a lograr un cambio, como lo lograron en mí. Llegar a mirar todo desde esa perspectiva tan particular, gracias a las letras. Expresar mil sensaciones en palabras, hojas, libros.
No quiero lograr nada más que llegar a alguien, que me lean. Para quien escribe, el mejor regalo es que lo lean. Léanme. (es una orden, no una sugerencia)
Hoy estoy dando ese paso gigante del que vengo dudando hace muchísimo tiempo, y al fin reuní todo lo que mi ser necesitaba. Para llenar mi alma, quiero ganarme la vida hablando, y ¿Que mejor forma que hacerlo a través de letras? Tan mías y tuyas también, de todos.
Tengo la capacidad de comenzar con un tema y explayarme tanto que termino en el limbo, pero no creo que tenga demasiada importancia. Tendría que cambiarlo. Aunque es mi don, hablar y hablar, y es raro porque hablo poco con las personas. Pero a mi diario le hablo mucho y a vos también. Y a las notas de mi celular. En las que escribo sobre vos cuando me miras 'te odio te odio te odio'. Días después, '¿Porque ya no me hablas?'. Y me arrepiento. Como el agua, cíclico.
Hoy vengo a hablarte del mundo, del amor, de las relaciones, de Él. Están presentes en todo, en lo que veo y hago. Y me pregunto porque me aferro a estas cosas, no lo sé. Porque me aferro a vos quizá. Porque me aferro a alguien en particular. Y creo que no hablar con las personas me está haciendo mal. Me haces mal, o yo misma me hago mal.
Espero que compartamos el mismo amor por la locura más cuerda de mi vida. Letras.
